La Segunda Guerra Mundial fue como el conjuro de múltiples potencias para encerrar a un demonio en un cofre por miles y miles de años y así hasta la eternidad, en ese conjuro la Rusia Soviética hizo un gran papel, tal vez el principal, costándole con ello una gran cantidad de población.
La memoria tiene que vivir por siempre, al menos esa era la idea, es imposible que el nacionalismo y todas sus variantes resurjan en Europa, bueno, esa ERA la idea.
Una vez que los últimos veteranos de la Segunda Guerra Mundial queden en el olvido de sus tumbas el fascismo resurgirá y Europa volverá a cometer los eternos errores de toda su historia, arrastrando con ello a todo el mundo a un caos político que incluso puede ser peor.
El ejemplo lo vemos en la actualidad, si estuviésemos en 1945 las diferencias entre liberalismo, comunismo y fascismo serían weas de manuales, serían completamente diferentes los unos de los otros, pero ahí vemos como siempre, pero siempre ha sido la derecha la que gusta de relativizar conceptos y no podemos olvidar la fetichización constante de la historia ¿Europa está llena de inmigrantes? no, era mejor cuando estaba siendo completamente asolada por los nazis y por bombardeos venidos de todos lados, era mejor cuando en cada pueblo y ciudad había una pila de cadáveres, oye pero mira pos, mira lo bonito que era el uniforme de los nazis.
Al final es curioso como quienes terminan cometiendo estos pecados históricos son siempre gente que nunca ha estado en una guerra, que creen que un par de muertos no generan problemas entre países y que los fantasmas del pasado pueden quedarse en el pasado.