>Necesitamos una Constitución Ecológica, Feminista y Plurinacional donde se reconozcan el agua, los glaciares y la semilla como un bien común inapropiable; los derechos de la naturaleza y de los animales; la soberanía alimentaria; la diversidad de pueblo-naciones y los derechos humanos esenciales para la vida, como a una salud y educación digna. Estamos atravesando una profunda crisis climática, sanitaria y social que hace ineludible construir otros modos de habitar desde el biocentrismo, la gestión comunitaria, el buen vivir, el decrecimiento, la planificación con enfoque ecosistémico, y el fomento a la agroecología y las economías locales. Por lo mismo, necesitamos incidir pero también desbordar, desde la Asamblea Popular Constituyente y la defensa territorial.