Y nunca va a dejar de ser así, porque para ser de derecha es requisito que seas un maricón en negación que le aplaude con los cachetes al hombre que viene a "poner orden". Llevan sus complejos psicosexuales en la mano y acusan a todos de ser fletos como son ellos. Hemos tenido varios de estos hombres que le hacen agua la boca a los fachitos: Pinochet, Longueira, Moreira, Kast. Los endiosan y ponen toda su fe en ellos. Comparten sus logros, políticos, personales y sexuales como si fueran propios. Les gusta que sean machos: ahora con la mierda de AI pasan horas esperando a que la maquinita les produzca una imagen de Milei, de Kaiser o de Trump que los muestre recios, musculosos, chads, crean un simulacro de la realidad en que no son lo que realmente son, viejos, gordos, feos. Adoran al macho que quisieran ser en sus fantasías. Nada más que una proyección de sus varios problemas y complejos con sus figuras paternas.