>>2602
Ya la vi.
La falta de presupuesto se nota a kilómetros. Es cierto, además, que es una mirada santiaguina de Chiloé (sí, no es necesario realismo en una película animada, pero luego mi sospecha se confirmó con una entrevista que decía que lo había conocido en sus vacaciones y nada más). Al entorno le falta algo de vida y el equilibrio de lo mágico y lo corriente no queda muy claro al principio y luego resulta contradictorio.
En el fondo es una película hecha casi por una sola persona, con un estilo no muy agradable, ocasionales fondos muy lindos, pero con una estética que sólo se parece a algunos
epidosios de series animadas. De película, ni hablar. Hasta Mampato, de hace más de 10 años, está mejor en ese sentido... lo que es triste, y te aterriza al paupérrimo estado de la actividad artística en el país.
Algunos diseños de personajes estaban bien, pero aparte de voces malas y personajes aburridos (como el padre o la mapuche),
el guión es muy malo. Y eso se pudo haber arreglado aunque el presupuesto hubiese sido el mismo. Una lástima.