Hay unos cortos de Benny Hill que son una maravilla, particularmente por los aspectos metanarrativos y los juegos de palabras. Si hay algo que ha ocurrido con el tiempo, es que la gente se fijó en ciertos aspectos de las rutinas, pero perdió de visión otras.
Un detalle no menor es que el discurso funerario de Benny lo hizo Anthony Burgess.