>>3907
No sé, dicelo a todos los psiquiatras que tratan a sus pacientes con drogas.
>>3908
>>3909
Más allá de bromear con que los opiodes ilegales son más placenteros que los legales, tanpoco tienen un síndrome de abstinencia demasiado diferente ni mucho peor. El problema radica en que como son más usables recreativamente, los estados con su cruzada contra las
drogas los han demonizado y hecho de ellos chivos expiatorios. Esto trae como consecuencia que su precio se dispare y que su calidad caiga por los suelos.
Se ilegalizo la heroina y quienes la hubieran podido disfrutar de manera legal tuvieron que apañarselas con morfina, una vez esta fue ilegalizada quienes necesitan apaciguamiento caen en el tramadol como un par de loros de acá o como
>>3911 en tomar dosis elevadas de codeina. También están aquellos trabajadores del sistema de salud chileno que se chutan fentanilo ya que este fármaco se ha vuelto el estándar en el sistema de salud debido a que la heroina y la morfina son consideradas drogas
malas o
sucias - nada que ver por cierto con la plaga de fentanilo cortado que circula por el mercado negro estadounidense.
Realmente no es significativamente más adictiva la heroina que los otros opioides previamente descritos, especialmente considerando que bajo un mercado regulado alcanzaba tal pureza y bajo costo que se consumía frecuentemente vía oral. La ingesta de coca o heroina -y cualquier droga que admita esta vía de consumo- es mucho más segura, duradera y menos intensa que jalar o picarse respectivamente. Estos métodos de drogarse tienen mucho más que ver con la cultura yonqui y con la escasez ocasionada por la prohibición que con la racionalidad o el sentido común. Véase el caso análogo de tomar
moonshine de 95° en vez de un whiskey de alrededor de 40° durante la ley seca.