Yo hace ya varios años atrás, con varios kilos menos y mejor estado físico, experimenté con las dosis de sildenafil recomendadas como máximo diario y sobrepasando el valor. Para mi peso y altura de ese entonces (185 cm, 100kg), el uso de 200mg me permitió montas de entre 4 a 6 horas casi consecutivas. El período refractario era muy breve y las pausas entre cacha y cacha eran para no irritar el prepucio, dar un respiro a las bolas y permitir reposo a las extremidades.
Con buen estado físico y esa dosis, los efectos secundarios no eran fuertes y se hacían bastante manejables. Eso lo complementaba realizando edging previo a cada eyaculación, lo que dejaba locas a las chanchitas cacheras y las dejaba enganchadas a mi pichula. Por lo general, tenía que cubrir el costo del motel en el primer encuentro, porque ellas después me buscaban desesperadas y pagaban todas las siguientes salidas, con tal que las reculiara y moqueara nuevamente.
Tenía varas maraquillas tetorrajonas en simultáneo a las que atendía así (todas sin condón) y de rajazo no me pegué una ITS. Habitualmente, las tenía como maraquillas de tres agujeros sin enema previo, así que las obligaba a asearme después de reventarles el chico. El aseo lo aplicaban en ducha o lavamanos, para poder manosearlas, pajearlas y mearlas mientras ellas sacaban su propia mierda de mi glande.
No solamente apliqué este método con cerditas solteras, sino también con chanchas casadas y puntillas/escorts. Curiosamente, todas respondían encantadas a este ritual de atender al macho que las sometía y resulta sorprendente ver cuán sumisas se vuelven las mujeres, cuando además de culiarlas por el morado las sometes por el caquero sin asear. La hueá resulta excitantemente primitiva, vulgar, y pervertida. Es como si anhelaran que hubiese cierta ritualidad en cada enc