Porque el arte no es más que un reflejo de su tiempo, hoy en las sociedades post capitalistas el realismo es sinónimo de cultura hegemónica dominante y extremando un poco el argumento puede existir en la crítica más de algún sector que lo encuentre, patriarcal, colonialista, segregador, elitista y hasta racista. Es por ello que organizaciones ambientalistas han visto en el arte tradicional una consigna a atacar, no es baladí.