Mi diagnóstico en torno al arte actual es que los museos deben ser dinamitados porque las obras de arte no se hacen para estar en museos.
El pensamiento estético y la estética como la ciencia que se ocupa de los juicios de valor sobre lo bello o "las condiciones de posibilidad de lo bello", es algo que es bastante moderno, los artistas y los museos van por una definición de arte que apela a los psicologismos, la eliminación de la materia y la reducción de la forma a pensamientos o sensaciones del artista o de la persona que visita el museo, se elimina completamente el contexto histórico e institucional de la obra de arte.
Como todos sabemos, arte no siempre fue objeto de pensamiento, arte antes del idealismo alemán era más bien una técnica determinada, se requiere una técnica para crear esculturas, para crear estructuras que logren comunicar algo, para hacer una pintura sea o no figurativa, para crear poesía, etc., por eso los orígenes tanto del arte como de la ciencia moderna se ubican históricamente en la artesanía, o sea, en el trabajo manual con diferentes materiales, objetos, instrumentos, temas, etc., dados por instituciones. Las instituciones en esa época no eran museos, ninguna obra de arte del mundo antiguo, medieval o moderno se hizo para estar en un museo, las esculturas religiosas de la contrarreforma por ejemplo tenían un claro objetivo para recapturar a los fieles que estaban cayendo en el protestantismo, el arte de las catedrales tenía un objetivo pedagógico y religioso y lo mismo sucede por ejemplo con las ciudades-estado venecianas, así sucede que las obras de arte en ese contexto incluso se comunican y también las diferentes categorías artísticas, como escuchar cantos gregorianos mientras se contempla una estatua de Cristo en la cruz.
Este tipo de experiencias no se encuentran en museos, un museo es lo más parecido a la experiencia de un individuo tal y como lo toma la escuela austriaca, esta la obra de arte, el sujeto que contempla la obra y a sus lados hay un espacio vacío que no comunica nada, el sujeto valora subjetivamente la obra de arte sin ninguna interferencia socio-cultural e histórica, como esa interferencia no está, una buena parte de la sensación es tan solo sugestión y dado que la obra no se puede comunicar con otra, solamente depende de sí misma para dar un significado, de ahí que el tema de la obra se pierda, de ahí que también no existan canones definidos y sobretodo sucede que la materia y la forma de la obra se desligan, la forma es la mente del artista y la materia queda reducida a su mínima expresión reincorporada como contenido nematológico o ideológico del pensamiento del artista. La unión de forma y materia (o de cuerpo y alma) es un tema bastante moderno con antecedentes medievales y antiguos, si pudiésemos ejemplificar el tema de la separación entre forma y materia en el arte podríamos mencionar los "objetos encontrados" de Duchamp.
Me recuerda a algo que incluso Heidegger decía, que la razón moderna tiende a contemplar estos objetos del pasado desde una perspectiva completamente descontextualizada y desligada de otros objetos, si bien esto es algo que la ciencia requiere, en el caso del arte es algo completamente distinto.