Yo me fui de San Miguel, vivía por el llano.
Parte de comuna es hermosa (la mitad que está marcada en el mapa), pero ya no soportamos tantos edificios lleno de venecos levantaos a raja y sintiéndonos observados desde aquellas construciones con tantas ventanas.
Vendimos a una inmobiliaría culia y ahora vivimos en una parcela por el sector de Lonquén. No somos los únicos de por aquí que han hecho lo mismos, la mayoría de habitantes en estos condominios de parcelas son gente que se cansó del centro y como ha mutado.
Recuerdo caminar por le bandejón de condorito hacia el Jumbo sin escuchar ni un puto acento chileno, aunque fuese el más flaite, ya me parecía otro país, yo me sentía la minoria, tanto en la calle como en cualquier local culiao al que entrara. El ruido ambiente también aumento exponencialmente; los pasos cebras cada vez sirven menos y las motos culias todo el dia ya no dejaban ni dormir.
Un exilio del chileno de ciudad al campo para empezar de 0; una mierda.