De puberto carreteaba, me "comí" a dos weonas (darles besos nomas, sigo siendo un loroy) y perdí la cuenta de a cuantas maracas puntié y manosié mientras supuestamente bailabamos.
Yo no gastaba plata porque llegaba de colado. Era un grupo grande de amigos y a lo mucho llegabamos con una botella de algo que luego desaparecía.
Al final hay chanas que se les sube el ego con que las manoseen, y no vengan con el feminismo ñuñoino porque hablo de comunas cumas. A las weonas les gustaba que las sobara y a mi me gustaba sobarlas. Eso. No tengo una larga experiencia de carretes pero recuerdo esos punteos y tocar de forma indirecta la costilla-tetita, lo de los besos no sé si debió haber escalado pero nunca había una pieza privada para ir subiendo de nivel.
Y repito, a las maracas igual les gusta el juego de calentar weones. De hecho las que besaban eran las menos putas, las mas maracas disfrutaban ser un pasamanos nomas.
Es fome. Al menos yo no extraño esos tiempos.