Cuando en una familia no se prioriza el enseñar sobre ética y valores, y los cimientos de una persona correcta. La pilleria, la trampa y la astucia en esta se cuelan por las grietas y reflotan en forma de frases pegajosas para justificarlas, en este caso el conocido "el que puede puede", "hay que ser vio", y similares como primera respuesta de reacción ante los infortunios de la vida.