Igual es curioso que gran parte de los trans aparte de sus pastillas de transición tomen otro cóctel de weas contra depresión, manías y tanta otra wea mental más o son dependiente de drogas.
Y no es que sea una minoría, el trans que no toma cócteles de otra clase de weas o se droga aparte de las hormonas, es la excepción.
La wea trans desde el sentido común debería ser tratada como algo de salud pública pero no para validarlos, si no como si fuera una enfermedad mental o la manifestación de una porque siempre está acompañada con más problemas mentales.