La cantidad de evidencia irrefutable para la existencia de Jesucristo en comparación con Aristóteles, Platón o Sócrates puede variar dependiendo de cómo se define "evidencia" y de las fuentes históricas disponibles. Para Jesucristo, hay una combinación de textos bíblicos, testimonios históricos y referencias extrabíblicas que algunos consideran como evidencia de su existencia. Sin embargo, para Aristóteles, Platón y Sócrates, la evidencia proviene principalmente de textos antiguos y referencias en obras de otros escritores de la época. La percepción de la "irrefutabilidad" de esta evidencia puede diferir entre personas y contextos históricos.