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Choroy 05/18/2025 (Sun) 21:35:17 ae1fe3 No. 47852
>>47855 >>47856
mmmmmmmmmmmmm romanohermanas?
A mi enseñaron esa wea en media y fue súper incómodo porque mi profe de historia era un vieja culiao y se sentía muy extraño que el viejo hablara de “amor pederastico” entre alumnos varones -profesor varón en Grecia porque era como mariconería extrema.
>>47852 Los anti hispanos que alucinan con los romanos van a ver esto y se van a cortar los cocos.
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>>47852 >>47853 >>47855 >There is no evidence that homosexuality was universally recognized ... The Greeks never "canonized" the physical act of sodomy ... With a more detailed analysis, the widespread practice of ridicule and aversion to homosexuals becomes apparent. (Karlen 1977, p. 33, 35). >Of those who indulged in passion, no one was more disgusted than the class of sexual degenerates known as katapugons or kinaidoi (Davidson 1998, p. 167). >The image of kineidos was absolutely negative ... (Clark 2008, p. 22). >Kineidos was perceived as a repulsive person, a pervert in both public and sexual terms (King in porter 1994, p. 30). >[ancient Greeks believed that] anal-genital penetration between adult men was unacceptable ... associated with obscenity and rudeness (Keuls 1995, p. 291, 299). >The views in Athens on an adult man who allowed himself to be in a passive role in genital-anal penetration were absolutely negative. Such a person was regarded as a potential spy and enemy of the state, since he had already betrayed his own nature and, therefore, was able to betray the whole society ... ” (Dover 1978, p. 20).
>>47856 pasta copiada y pegada desde el cuatrochancho: comentario totalmente invalidado
>>47856 >Por lo demás, ciertamente, la legislación sobre el amor en las otras ciudades es fácil de entender, pues está definida de forma simple, mientras que la de aquí y la de Lacedemonia es complicada. En efecto, en Élide y entre los beocios, y donde no son expertos en hablar, está establecido, simplemente, que es bello conceder favores a los amantes y nadie, ni joven ni viejo, podrá decir que ello es vergonzoso, para no tener dificultades, supongo, al intentar persuadir con la palabra a los jóvenes, pues son ineptos para hablar. Por el contrario, en muchas partes de Jonia y en otros muchos lugares, que viven sometidos al dominio de los bárbaros, en efecto, debido a las tiranías, no sólo es vergonzoso esto, sino también la filosofía y la afición a la gimnasia, ya que no le conviene, me supongo, a los gobernantes que se engendren en los gobernados grandes sentimientos ni amistades y sociedades sólidas, lo que particularmente, sobre todas las demás cosas, suele inspirar precisamente el amor. Y esto lo aprendieron por experiencia propia también los tiranos de aquí, pues el amor de Aristogitón y el afecto de Harmodio, que llegó a ser inquebrantable, destruyeron su poder. De este modo, donde se ha establecido que es vergonzoso conceder favores a los amantes, ello se debe a la maldad de quienes lo han establecido, a la ambición de los gobernantes y a la cobardía de los gobernados; en cambio, donde se ha considerado, simplemente, que es hermoso, se debe a la pereza mental de los legisladores. Pero aquí está legislado algo mucho más hermoso que todo esto y, como dije, no fácil de entender. [...] >Mas la situación es, creo yo, la siguiente: no es cosa simple, como se dijo al principio, y de por sí no es ni hermosa ni fea, sino hermosa si se hace con belleza y fea si se hace feamente. Por consiguiente, es obrar feamente el conceder favores a un hombre pérfido pérfidamente, mientras que es obrar bellamente el concederlos a un hombre bueno y de buena manera. Y es pérfido aquel amante vulgar que se enamora más del cuerpo que del alma, pues ni siquiera es estable, al no estar enamorado tampoco de una cosa estable, ya que tan pronto se marchita la flor del cuerpo del que estaba enamorado, «desaparece volando», tras violar muchas palabras y promesas. En cambio el que está enamorado de un carácter que es bueno permanece firme a lo largo de toda su vida, al estar íntimamente unido a algo estable. Precisamente a éstos quiere nuestra costumbre someter a prueba bien y convincentemente, para así complacer a los unos y evitar a los otros. Ésta es, pues, la razón por la que ordena a los amantes perseguir y a los amados huir, organizando una competición y poniéndolos a prueba para determinar de cuál de los dos es el amante y de cuál el amado.
>>47855 Recordatorio que todos admiran primero a los griegos y luego a los romanos.
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>>47855 >>47867 Nosotros somos hijos de España. Si fue la misma Roma la que llevó civilización a Iberia, entonces es correcto decir que la ciudad eterna es nuestra abuela.

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