Siempre he pensado en la izquierda y la derecha como una especie partido de fútbol, pero no en un nivel simiesco.
La derecha es un portero bastante bueno y la izquierda es un jugador que está aprendiendo constantemente a achuntarle al arco, la derecha es capaz de atajar muchos de los tiros de la izquierda y devolverlos, pero en el momento en que la izquierda logra meter un gol, el marcador no puede volver atrás y eso es lo importante, el marcador no puede volver atrás.
Este intento de deswokización de la sociedad es inútil, a lo largo de todos estos años y décadas desde los mismos años 50 ha habido un proceso de transformación cultural de bases de izquierda que, en conjunto con una transformación capitalista ha llevado al mundo a la asunción de nuevos valores y prácticas que antes no eran aceptadas y es imposible volver atrás, como dijo cierto filósofo barbudo "todo lo sagrado se profana, todo lo sólido se desvanece en el aire", es imposible volver a sacralizar el mundo.
No estamos volviendo a los buenos tiempos antiguos llenos de valores cristianos, es al revés, estamos en la degeneración más absoluta y eso excede con creces a lo "woke", es como creer que gracias a un par de influencers las mujeres van a volver a la cocina, los gays van a volver al armario y los negros van a volver a los ghettos, no fachito, no estamos volviendo a los viejos valores, estamos acelerando.