Extraño esos tiempos maravillosos en que los progres eran lo más "raro" del espectro político, donde lo más problemático del mes era que una mujer había hecho no sé que, o que una mujer trans había logrado no sé que cosa, eran tiempos maravillosos, por ahí por el 2014 o 2015.
Ahora si no hay un hombre heterosexual extremadamente masculino o una mujer con el tremendo poto en un videojuego vienen altiro los weoncitos alt-right a tirarte mierda de "es que eri guoc" y para que hablar de los criptoimbéciles, pubertarios y gymbros.