Las calles sucias, el miedo en cada esquina,
Susurros oscuros, las sombras que acechan.
El silencio de los gritos, nuestra tierra invadida.
En la noche eterna, la mentira se disfraza de bondad.
Rostros ajenos, con cariño de traidor,
La ciudad se ahoga, en un sueño de veneno.
Estamos en una guerra sin final,
Invasores del caos, nos roban la paz.
Nuestro hogar, convertido en basural,
Luchamos por un futuro, en esta canción.
Es más importante lo aberrante.
La justicia es sorda, su voz ya no se oye aquí.
Los héroes verde oliva caen, uno por uno,
El sol se oculta en llamas, en un cielo de humo.
Rostros ajenos, con cariño de traidor,
La ciudad se ahoga, en un sueño de veneno.
Pero en el corazón, el fuego sigue vivo,
La resistencia nace, de lo más profundo del abismo.
Con cada paso, una chispa de rebelión,
La llama se aviva, en la oscuridad del dolor.
UN CHILENO NUNCA SE RINDE