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Semana 1 a 2: Evaluación y planificación
Visita médica para evaluar el nivel de dependencia y posibles interacciones con otras sustancias o condiciones de salud.
Elaboración de un calendario de reducción progresiva, adaptado a la dosis actual y a las necesidades individuales.
Semana 3 a 4: Inicio de la reducción
Reducir la dosis diaria en un 10-25% (la cantidad específica debe ser determinada por el médico).
Monitoreo de cualquier síntoma de abstinencia y ajuste de la dosis si es necesario.
Semana 5 a 8: Continuación de la reducción
Continuar disminuyendo la dosis en un 10-25% cada 1-2 semanas, según la tolerancia y la respuesta del organismo.
Evaluación constante de los síntomas de abstinencia y ajustes en el tratamiento según sea necesario.
Semana 9 a 12: Reducción avanzada
Reducir la dosis hasta un 50-75% de la dosis inicial, ajustando según la respuesta y los síntomas.
Consultas periódicas con el médico para evaluar el progreso y manejar los síntomas.
Semana 13 en adelante: Evaluación y mantenimiento
Dependiendo de la respuesta y el bienestar, continuar con la reducción hasta el cese completo.
Evaluaciones regulares para prevenir recaídas y asegurar el mantenimiento de la abstinencia.
Consideraciones importantes:
El ritmo de reducción puede variar según la respuesta individual, la duración del tratamiento con tramadol, y la dosis utilizada.
Es posible que se requieran ajustes en el plan, incluyendo periodos de estabilización sin reducción de la dosis para permitir que el cuerpo se ajuste.
El apoyo psicológico puede ser fundamental para manejar la dependencia psicológica y los síntomas de abstinencia.
Este esquema es solo un ejemplo y no debe utilizarse como sustituto de un plan personalizado proporcionado por un profesional de la salud. Es crucial seguir las recomendaciones médicas y ajustar cualquier plan de reducción a las necesidades y respuestas individuales.