Me acuerdo que yo jugaba a las bolitas con mis vecinos y cuando mi abuelo salía a tomar fresco luego de que tomaba té, jugaba con nosotros pero apostando de verdad y siempre les ganaba las bolitas a todos, incluso las mías y luego las revendía a 10 pesos c/u, un precio de mierda pero igual, mis vecinos tenían que pagar para recuperar sus bolitas o si no tenían que comprarse nuevas en la feria, a mi tampoco me las devolvía, me decía que se las tenía que ganar de vuelta y esto era algo de casi todos los días por veranos que parecían eternos, en el viejo mueble del patio de la casa de mis abuelos quedaron los recursos y como 4 tarros metalicos de leche Nido llenos de bolitas.
Escribí esto con una pequeña sonrisa, recuerdo con cariño a mi abuelo.