En la básica, siempre los desayunos eran con una leche que tenía una capa de nata espesa y la acompañaban de galletas cuadradas con sabor a vainilla o dulce de membrillo (Que a veces las guardábamos para usarlas de proyectiles kek), los días viernes nos daban la mitad de una marraqueta con vienesa y mayo con sucédaneo de café. Siempre esperábamos ese día con mis compañeros.
Los almuerzos de los primeros años, daban buena comida, postres como flan con salsa de chocolate, mote con huesillos e incluso con una taza de jugo de sobre. Los tallarines con salsa y el arroz con cubitos de pescado eran lo mejor que había, yo siempre hacía competencia con un compañero para ver quien comía más. También daban menestrón y las típicas legumbres, lo único en que regodeaba eran unos fideos quifaros o canutos con una salsa hecha de zanahoria y carne con muchos nervios. Desde ahí, las colaciones fueron en decadencia.
Ya en la media, era opcional ir a tomar desayuno y almorzar, pero igual iba con mis amigos porque no teníamos plata para comprar colación y dependíamos de eso para sobrevivir el resto del día. Los desayunos eran normales, casi siempre daban té en polvo con un pan con mantequilla o mermelada. En los días que daban yogurt con cereal o sucedáneo de cafe con un pan con queso siempre comían todos, a veces en broma, con mis amigos nos botábamos los panes de la mano y jajeábamos hasta que le tocaba a otro por distraerse.
https://www.youtube.com/watch?v=vkqiC4KPeDs | THIS IS HOW YOU EAT A BIG MAC |
1DEVIN |
Views: 8,878,005 - 18/10/2015 |
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Los almuerzos se basaban en legumbres y caldos, lo único que me repetía eran las lentejas que tenían un poco de carne molida y la ensalada de apio, de la que me llenaban la bandeja. Los postres eran sólo jaleas, arroz con leche o leche asada instantánea.
Las tías manipuladoras me tenían buena y siempre me dejaban repetir los desayunos y almuerzos, con un amigo siempre las ayudábamos a llevar las cosas al casino e incluso a veces cuando sobraba mercadería o las colaciones que les daban a los cabros en riesgo social, nos llamaban para darnosla dando el visto bueno de una inspectora que también nos tenía buena. Recuerdo una vez que llevé un poco de whisky al liceo y se lo eché al café del desayuno, una de las tías me cachó y me retó pero no me acusó a la inspectora.
A veces era buena la vida en un liceo municipal a pesar de ser una literal jungla de cumas que al final igual te agarraban buena por ser piola y ayudarlos en las tareas.