Si es por eso, Cristina Fernández no coincide con el perfil.
Las weonas operadas son maracas y si eso las hace felices y lo pagan con las lucas que ganan con el sudor de su frente, de su choro o de su chico, sea. Lo problemático es si se operan con lucas del Estado.
Esta tetona argensimia tiene carita porfiada de versión femenina de Topo Gigio, pero está rica como muñeca inflable para moquearla en un departamento en Microcentro, para abrirle el chico entre sesión y sesión de la cámara de diputados.