El Dios judío simplemente no existe, y la biblia es una colección de libros de ficción con fines morales y políticos que quedaron obsoletos y superados por movimientos seculares y laicos.
Y no importa cuantos guatones fedoras pongan, no cambia el hecho de que la mayoría del antiguo testamento es pura barbarie para estándares actuales. Y el nuevo testamento y la figura de Jesus se quedan cortos, y no son capaces de resolver los dilemas éticos y morales de la actualidad.