Yo no sé lo que es un princeso, busqué y me salió esto:
>Hombres princesita: cobardía emocional
>Atrapados en el síndrome de María Antonieta, el hombre princesita necesita ser buscado, elogiado e invitado hasta tenerlo en bandeja para muchas veces desdeñarlo. Un ego débil, caprichoso e infantil que necesita alimentar la sensación de exceso. O algo mucho peor, aparentar un carácter bohemio que su cobardía emocional nunca le podrá dar. La mujer sensual y lista despierta rencor y envidia en el princesita, ante la que adopta una actitud de altanería y soberbia. Le da tanto miedo no ser deseado por ciertas mujeres que opta por el desprecio para ocultar sin éxito su falta de hombría. Lo que más valora es la facilidad de acceso y deshecho, la comodidad que le permita disfrazar sus limitaciones, masculinidad destruida.
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Ahora entiendo, los incele y los que van en camino a eso tienen este síndrome. Por eso he conocido choroyes que tienen una actitud tan culiá que parecen minas: llorones, quejones y escudándose en algún hobbie como la historia, política o autismo tecnológico. Sácalos de eso y se les dan vuelta las faldas.
Choroy es una nena.