OP, llevamos millones de años en que el valor de una hembra dependía de cuán fértil es. Antes, cuando moríamos jóvenes, eso no era problema, porque saltaban el carrusel de picos hasta los 16. A medida que fue mejorando la calidad de vida del ser humano y la expectativas de vida se extendieron, las viejas no solamente ya no son fértiles, sino que se vuelven invisibles a ojos de la sociedad. Y a las mujeres, acostumbradas a ser el centro de atención, les hace arder el hoyo el volverse invisibles.