Hace poco se supo que este hueón es pedófilo, lo cual pudieron confirmar algunas vecinas y vecinos del sector donde vive. Antes de la fama estuvo funado por tocar e intentar besar a los pendejos del vecindario, y por obvias razones los vecinos le tenían prohibido a los niños juntarse con él. Esto se confirma por unos dichos del propio Carlitos Neuquén donde menciona que era de pocos amigos y que ningún pendejo se le acercaba para jugar. Incluso, los pendejos le tenían un apodo (el cual no recuerdo en este momento) relacionado a su gusto por besar y tocar niños y a su particular apariencia. Estos acontecimientos se pasaron por alto en su vecindario debido a su condición, y hasta hace muy poco eran sólo rumores muy vagos.