A Jara le fue bien adoptando el modo Sin Filtros en el primer debate, pero ya exageró mucho el personaje.
La culpa es del público y los analistas callamperos, que aplaudieron esa actitud inicialmente. Lo que ha quedado demostrado es que si quieres ser político, no vas a prosperar si tu estrategia es solo mostrar ideas, si no es con show, populismo y noticias falsas no entusiasmas a nadie.
Esa frase meme del "no importa que hablen bien o mal de tí, lo importante es que hablen" se hace muy real en estas campañas.