Putas, hubo un tiempo en que andaba cagado de sueño y me empecé a volver asiduo de la Monster amarilla, como la hueá es dulcecita y con sabor frutal ya me estaba volviendo adicto. Felizmente apliqué orden en mi vida y dejé de tomar esa basura, seguramente hasta perdí años de vida con lo tóxica que es.