A mi me gusta la idea de invertir tradiciones que nos dejaron los criollos desde España. Por ejemplo, la longaniza chilena podría verse beneficiada de probar un cambio de receta para crear variedades nuevas.
Otras wea es que hay hartas frutas que cultivamos como las lúcumas y las papayas que pueden ser utilizados para postres. Hay cientos de especies distintas de papas en Chiloé. Deberíamos cultivar más salmones para aumentar su presencia hogareña