En el LICEO peleábamos con lanzas pero sin punta real, les poníamos una lapicera en la punta de un palo y jugamos como si la wea fuera la cana.
A veces y para webiar, nos sacamos la polera y pedíamos libertad aparentando como si nos apuñalamos la guata como los reos.
Y cuando sacábamos las manos por la ventana el inspector general nos webiaba diciendo que se están quemando los presos de San Miguel.