No se habla mucho al respecto, pero en Rusia los internautas son increíblemente cuckeados con lo que comentan o comparten en redes sociales, o incluso a lo que le dan like, pagando con cárcel, y esto incluye obviamente el antisemitismo. Lo que resulta en que tengan que recurrir a la clandestinidad digital y meter sus memes en pequeños nichos de internet, como mods de videojuegos.