Después del desastre político que fue la Segunda Guerra Mundial, Europa comenzó un proceso de lavado de imagen absolutamente consciente, la idea era dejar de ser percibidos como weones racistas, belicosos, imperialistas, intolerantes, etc., para ser percibidos como weones progres, demócratas, tolerantes y toda esa mierda.
Al parecer el lavado de imagen les ha resultado bastante bien.