En Santiago, como era verano, justo a las 3:34 me estaba acostando recién, empezó un leve movimiento que se fue a la xuxa en unos segundos, se cortó la luz y salí corriendo al patio, el movimiento parecía interminable y en el cielo se veían destellos de los transformadores explotando a lo lejos. Después del 27F ya no me causan nada los temblores, hasta los encuentro fomes. El único que le hizo la collera fue el 15S de 2015 en el norte, que también lo disfrute en pleno epicentro, mas mala cuea imposible.