Cuando era pendejo (14 años aprox) me solía meter el mango de una de estas hueás entero en la raja, me lo metía hasta adentro cuando sentía un tope, fácil unos 30-40cm. Lo lavaba lo mejor que podría después de usarlo pero igual como que terminaba oliendo a mierda, un día seguro mi mamá cachó el olor y lo botó. Seguro que sospechaban de mi hermano mayor que siempre fue amariconao y ya lo habían pillado en hueás raras (como vestido con un camisola de encaje y medias de mi mamá), no sabían nada que era yo jijiji.